El sector aeroespacial será uno de los más desarrollados en los próximos años. Cada vez más, se están implementando iniciativas orientadas al turismo espacial y la ciencia, la exploración y la mejora de las misiones de telecomunicaciones son una prioridad para las principales agencias espaciales. La Agencia Espacial Europea (ESA) pondrá en marcha más de diez misiones en la próxima década, además de otros proyectos de la NASA sobre viajes tripulados a la luna o Marte. Por lo tanto, nos enfrentamos a una nueva carrera espacial en la que las empresas privadas son relevantes.
La exploración espacial necesita la tecnología más avanzada. Es por ello que sólo las empresas capaces de ofrecer las soluciones tecnológicas más creativas adaptadas a las especificaciones de cada proyecto crecerán más dentro de esta industria. Es necesario ser pionero en el desarrollo de tecnologías que, sin duda, terminará aplicándose a la vida de las personas, en sectores como las telecomunicaciones, el transporte o la energía.
Y estamos hablando de futuro también en términos económicos. Según la Asociación Española de empresas de defensa, aeronáutica y tecnología especial, solo en España el sector especial empleó 3.450 personas en 2016, alcanzando una facturación de 833 millones de euros, un 12% de las cuales se invierte en I+D. Este es el momento de la innovación.